Si bien la inteligencia artificial es cada vez más popular entre las nuevas tecnologías aplicadas, es necesario contar con procesos que se puedan realizar de una manera sencilla, con la misma efectividad, pero con un requerimiento energético bajo, de modo que actúe más como el cerebro humano.
Por ello, un grupo de investigadores han desarrollado con éxito un cerebro electrónico que es capaz de aprender del mismo modo que los humanos.
Se trata de un dispositivo que funciona a través del aprendizaje asociativo, del mismo modo que aprendemos cuando somos pequeños. Esto abre las puertas a nuevas posibilidades de crecimiento a nivel tecnológico, pues se podrían simplificar muchos procesos a través de este nuevo cerebro electrónico.
Responsables del hallazgo
El descubrimiento fue publicado en el portal de la revista Nature, el cual ha resultado de una investigación que realizaron un grupo de científicos de la Universidad de Hong Kong y de la Universidad Northwestern en Illinois.
Éstos han presentado su dispositivo como un transistor electroquímico elaborado con una técnica de microfabricación estándar; que es capaz de realizar funciones sinápticas, interpretando señales físicas, en lugar de señales eléctricas, que es lo que habitualmente se ha usado en otros modelos de aprendizaje asociativo.
Este cerebro electrónico es capaz de realizar funciones básicas como plasticidad a corto y largo plazo, así como plasticidad dependiente del tiempo de picos. Pero lo más importante del hallazgo es que este cerebro electrónico actúa como un dispositivo biométrico, ya que es capaz de interactuar con tejido vivo.
Por ello se considera que es un gran avance para lograr mejorías en los procesos quirúrgicos a futuro. Especialmente cuando se requiere analizar señales de alto nivel, que pueden contribuir en procesos de regeneración de daños cerebrales y mejoramiento de la capacidad humana.
Además, es necesario recalcar que no requiere de grandes capacidades energéticas para su funcionamiento y otorga una alta potencia de procesamiento.
Bases para el estudio
Como se ha mencionado previamente, son muchas las bases que han estudiado el aprendizaje asociativo. Pero este estudio se basó en el conocido “experimento del perro de Pavlov”, quien notó que su perro salivaba cada vez que veía la comida. Por lo tanto, ideó un sistema par que el perro asociara la comida con un impulso físico,
De este modo el Pavlov hacia sonar una campana antes de suministrarle el alimento al perro, de modo que el canino asociara la campana con la hora de la comida. Progresivamente empezó a notar que cada vez que hacía sonar la campana el perro salivaba.
Método utilizado para probar el cerebro electrónico
De el mismo modo que en el experimento de Pavlov, los científicos enseñaron al cerebro electrónico a través de señales físicas; presionando un sensor conectado a éste, cada vez que se encendiera una luz.
Después de 5 intentos, el sistema aprendió que la luz se asociaba a la presión del sensor, y empezó por su cuenta a aplicar presión luego de cada encendido de luz, tal como lo haría cualquier cerebro humano en un proceso de aprendizaje.
