Sí. La experiencia de Harrison Okene así lo demuestra.
Se trata de un cocinero de 29 años que en mayo pasado se convirtió en noticia tras lograr sobrevivir dos días atrapado en el océano Atlático. La embarcación en la que viajaba naufragó el pasado 26 de mayo cuando Okene estaba en el baño.
Mientras el agua entraba con fuerza el hombre vio cómo se llevaba a tres compañeros suyos, pero él tuvo la suerte de ser arrastrado por el estrecho pasillo hasta otro baño, éste situado junto a la cabina de los oficiales del barco.
Sorprendentemente se generó una burbuja de aire mientras el barco volcaba y caía hacia el suelo del océano, por lo que sobrevivió un día agarrándose a un lavabo para mantener la cabeza fuera del agua. Sin embargo, se dio cuenta de que estaba obligado a moverse para no acabar pereciendo por cansancio, por lo que abrió la puerta y nadó hasta el dormitorio del oficial, donde empleó un panel a modo de balsa con el que logró salir de nuevo fuera del agua.
Allí fue encontrado por los buzos que habían sido enviados a investigar el siniestro, pues empleó los restos de un grifo para hacerse oír por ellos. Gracias a ello su aventura terminó 60 horas después del naufragio, aunque el hombre tuvo que pasar otras 60 horas en una cámara de descompresión antes de volver a exponerse al exterior, pues en caso contrario hubiera perecido. «Estuve en el agua en total oscuridad pensando que era el final.
Pensaba que el agua llenaría la habitación, pero no lo hizo. Tenía mucha hambre, pero sobre todo sed» contó días después de su terrible experiencia. No en vano, ahora asegura que no quiere volver al mar nunca más.
Esperamos que la siguiente lista de temas sea agradable para ti, debido a que, después de ver de este artículo, consideramos que eres un conocedor de los temas científicos.
