¿Es verdad que Bela Lugosi acabó obsesionándose con uno de su papeles?

Pregunta formulada por: Carla Delgado Rojas (Albacete) Béla Ferenc Dezső Blaskó, Bela ‘Lugosi’ (1882-1956) fue un actor de origen rumano que alcanzó la fama por interpretar papeles en películas de terror y por rivalizar con otro de los grandes intérpretes de la época, Boris Karloff.

En 1931 le llegó la oportunidad de dar vida a Drácula en la película homónima (1931), pero a partir de ese momento comenzó a obsesionarse con el famoso personaje de ciencia ficción.

De hecho, su fuerte acento transilvano y su complexión lo convertían en una persona idónea para interpretar el papel; por lo que consiguió una fama como Conde que llegó a afectar a su vida personal.

Sin embargo, en la década de los 40 llegó su decadencia y con ella papeles en películas de serie B en las que incluso llegaba a autoparodiarse.

A consecuencia de ello, Lugosi cayó en una depresión que le llevó a hacerse alcohólico y adicto a la morfina.

Por entonces era una habitual de los psiquiátricos, pues asumió la personalidad del Conde Drácula como suya y acostumbraba a vestir con capa y a dormir en ataúdes.

Más tarde, el director Ed Wood intentó recuperarle para el cine en la década de los 50, pero sus películas tuvieron muy poca calidad e incluso se convirtieron en mitos de la llamada serie Z.

Finalmente, Lugosi falleció en 1956 de un ataque al corazón y fue enterrado en Los Ángeles (California) con una capa negra forrada de satín rojo como tributo a su adorado vampiro.

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