1. La humanidad ha estado utilizando burros como animales de granja durante unos 5000 años, y lo más probable es que fueran domesticados por los habitantes del Antiguo Egipto o Mesopotamia. En varios países, estos animales aún no han perdido su importancia y son muy utilizados por la población local, especialmente en las zonas rurales.
2. La terquedad de los burros ha sido durante mucho tiempo una expresión común. De hecho, estos animales no son tan tercos como cautelosos. Debido al instinto de conservación muy desarrollado, es casi imposible obligarlos a hacer lo que no quieren.
3. Las voces de los burros son fuertes, pero disonantes. La expresión «rugir como un burro» se suele utilizar para referirse a fuertes gritos desagradables. Por cierto, en términos de volumen, pocos pueden discutir con estos animales: puedes escuchar su rugido a una distancia de hasta 3-5 kilómetros.
4. El embarazo en burros dura un tiempo bastante indefinido entre 11 a 14 meses. Casi siempre nace un solo potro, los gemelos son excepcionalmente raros. En aquellos casos en que los mellizos nacen muertos, ambos potros sobreviven solo en el 14% de los casos, ya que en tales casos uno de ellos o ambos están muy débiles.
5. Los burros toleran bien los climas cálidos y secos, pero no se sienten muy cómodos en la humedad. La humedad combinada con el frío es especialmente peligrosa: en tales condiciones, los cascos de estos animales comienzan a sufrir y requieren cuidados especiales. Afortunadamente, en todos los países donde todavía se utilizan mucho estos animales, el clima es adecuado para ellos.
6. Los burros salvajes viven alrededor de 25 años, y sus parientes domésticos, con el cuidado adecuado, pueden vivir más de 50. Pero solo en manos cariñosas: en los países pobres, los animales desafortunados a menudo son explotados sin piedad, como resultado de que viven en tales condiciones no más de 12-15 años.
7. Los cascos de burro, a diferencia de los caballos, no están adaptados para saltos rápidos, pero son más adecuados para moverse sobre terrenos rocosos y desiertos. Sin embargo, los burros aún son capaces de alcanzar velocidades de hasta 70 km/h, solo que por lo general no necesitan correr tan rápido.
