Todo propietario de un gato suele referir que estas mascotas tienen conductas inusuales en algún momento, pero no saben cómo interpretarlas.
Es por ello que conocer cuando tu gato tiene miedo es muy importante, para poder ofrecerle un lugar apropiado para su desarrollo y evitar posibles traumas que puedan conllevar a conductas agresivas.
La respuesta natural de un gato con miedo es esconderse, por lo tanto, si un gato se esconde para lidiar con el estrés, no debes forzarlo a salir. Esto solo podría contribuir a que sienta mayor temor y podría desarrollar incluso fobias.
Algunos de los signos que pueden indicar el miedo en los gatos son el pelo erizado, las orejas aplastadas, los silbidos, los arañazos y la pérdida del control de la vejiga.
¿Cuáles son los escenarios habituales que le generan miedo a un gato y cómo ayudar?
Son varias las posibles acciones que pueden generar un miedo desmedido en un gato. Es por ello que resulta necesario saber qué los asusta y como ayudarlos a sentirse mejor.
Electrodomésticos ruidosos:
Todos los artículos domésticos que generan mucho ruido de forma abrupta, como las aspiradoras y licuadoras, podrían asustar mucho a un gato.
La solución es movilizar a la mascota a una habitación diferente a donde se producirá el ruido y si los niveles de estrés son elevados, alguien deberá estar con él para calmarlo.
Mudarse a una nueva casa:
A casi todas las mascotas les afecta un cambio de ambiente y los gatos no son la excepción. Es por ello que los primeros días podrás percibir que tu gato está muy incómodo mientras se adapta a su nuevo hogar.
La solución será dejarlo vivir esta experiencia, él se esconderá, olerá cada espacio y tratará de encontrar un lugar que lo haga sentir seguro, como en su antiguo hogar.
Objetos desconocidos que aparecieron inesperadamente:
Una respuesta muy común que se logra ver en videos “divertidos” es que los gatos se sorprenden al ver cosas que aparecen de repente. Pero esto se debe a que estos animales son muy impresionables y eso puede generarles mucho estrés.
La solución es simple, si está en nuestras manos, no debemos colocar cerca de ellos objetos que tengan repentinas apariciones.
Agua:
El baño genera una sensación desagradable para los gatos, y esto es debido a que ellos saben que no lo necesitan, gracias al habitual mantenimiento que realizan con sus lenguas. Además, cuando están mojados, sienten un peso extra en su pelo más un olor que no es natural para ellos. (Valium)
La solución es crear esta rutina de baño desde que el gato está pequeño. De esta manera lo percibirá como algo usual y no le generará tanto estrés cuando deba bañarse.
Contacto con extraños:
Es común que los gatos no suelan ser muy sociales y mucho menos con las personas que no conocen. Cuando ellos ven a una persona nueva que entra en su hogar, se sienten amenazados.
La solución es básicamente dejarlos quietos e intentar incluir personas a tu día a día habitualmente, para que de ese modo, él no sienta un impacto. Esto es recomendable desde que están pequeños, ya que siendo adultos es una etapa más difícil de superar para ellos.
