A los gatos no les gusta cambiar de hábitat. El transporte a largas distancias es una prueba real para ellos, y para la psique inmadura de los gatitos es un evento traumático. (Cymbalta) Pero a veces es imposible evitar esto y, en tal caso, debes recordar algunos de los matices y reglas.
Salud
Para que la mascota pueda llevar el transporte con normalidad, lo principal es que esté sano. Si tu gatito muestra algún signo de malestar, primero debes examinarlo y tratarlo, antes de transportarlo.
Pero incluso si la mascota está completamente sana, no se deben olvidar los procedimientos preventivos. Deberás expulsar los parásitos externos e internos (pulgas, garrapatas, gusanos…), así como vacunar al gatito. En este caso, se debe ingresar información sobre todos los trámites en el pasaporte veterinario, y desde el momento de la vacunación hasta el viaje, deben transcurrir al menos 30 días y no más de 11 meses.
Organización del transporte
Trata de no alimentar a tu gatito al menos seis horas antes del viaje para minimizar la posibilidad de vómitos por el mareo. Si el viaje no es demasiado largo, por ejemplo, a la casa de campo en tu vehículo, puedes arreglártelas con un transporte cómodo, liviano pero duradero.
Si estás planeando un viaje más largo, como en el tren, debes tomar en consideración llevar las tazas para la comida y el agua.
En caso de viajar en avión, se recomienda llevar tu gatito en el equipaje de mano. Sin embargo, debes familiarizarte con los requisitos para el transporte de animales de una aerolínea en particular con anticipación, ya que pueden variar significativamente.
Si te vas con tu mascota durante mucho tiempo, no cambies su dieta de forma demasiado brusca: en un principio, necesitas alimentarla con la comida a la que está acostumbrada, especialmente en el camino.
Te será conveniente llevar contigo algún alimento seco completo habitual, para no estresar innecesariamente a tu mascota.
