La levadura se trata de un conjunto de hongos resultantes de un cultivo microbiológico que permite la descomposición de los carbohidratos y las azúcares. Una de las aplicaciones más comunes de la levadura es para la elaboración de pan. (www.sociobits.org)
Si bien existen varios tipos de levadura, no todos son adecuados para el uso culinario, por lo que es sumamente importante definir el uso que se le quiere dar a la levadura.
En el caso de que la requieras para elaborar pan, puedes elegir entre una variedad de opciones disponibles.
Para la elaboración del pan existen 4 tipos básicos: la levadura fresca, la seca, la natural y la química.
En el mercado conseguirás fácilmente levadura fresca y seca, aunque también existe la posibilidad de crear tu levadura a partir de los ingredientes base.
La levadura fresca:
Se puede conseguir en formato de cubos prensados que deben ser disueltos en agua antes de su uso. Es comúnmente vendida en panaderías o tiendas de distribución de materias primas para panadería.
Levadura seca:
Es comercializada en forma de pequeños gránulos que se activan al entrar en contacto con el agua tibia. Se puede conseguir fácilmente en supermercados o tiendas de víveres, así como en muchas tiendas online.
Natural:
También conocida como “masa madre”, puesto que resulta de un cultivo progresivo de estos microrganismos que forman una colonia. Se puede obtener por medio de la fermentación de parte de la masa en un proceso que dura varios días, para posteriormente usarla como base del pan.
Química:
Aunque no es como tal una levadura, permite realizar el proceso de esponjamiento de la masa. Está elaborado a base de polvo para hornear y bicarbonato de sodio, que se pueden conseguir fácilmente en cualquier tienda o supermercado.
