Sí, aunque no es exactamente la misma que el artista holandes se cortó en el año 1888 tras tener una fuerte discusión con el pintor Paul Gauguin. En realidad es una reproducción exacta de la misma, con el importante matiz de que ha sido diseñada en un laboratorio a partir de tejido de cartílago combinado con células del bisnieto de Theo Van Gogh, hermano del protagonista. Posteriormente, la oreja fue reconstruida gracias a una impresora 3D; por lo que ahora se conserva en una urna que contiene líquido conservante. Este peculiar apéndice es obra de la artista Diemut Strebe, quien asegura que es idéntica a la real del genio holandés. Por ello se exhibe actualmente en el Centro para el Arte y los Medios de Karlsruhe (Alemania), aunque está previsto que en 2015 abandone Europa para ser mostrada en Nueva York (EE.UU).
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