¿Estás obligado a comentar todo lo que pasa en el mundo?

Los tiempos difíciles requieren decisiones difíciles, mucha paciencia y mucha tolerancia. Es normal hablar sobre algunos procesos de la sociedad, pero también guardar silencio. Además, no entender lo que está pasando, no tener una opinión clara sobre los hechos, tener miedo y permanecer en la sombra también es normal.

¿Por qué tantos sienten la necesidad de hablar?

Ahora hay muchos recursos para hablar, para ser visto y escuchado. O al menos darse a conocer en un gran espacio. Tal deseo es normal. Cuando ocurren eventos resonantes que de alguna manera nos afectan a cada uno de nosotros, queremos responder y hablar sobre ello.

La necesidad de hablar está alimentada por la presión de la sociedad: «Si mi amigo dijo, yo también debería hacerlo». Algunos comentarios y mensajes pueden inspirar una declaración, porque parece que el silencio es una señal de indiferencia. Aunque, por supuesto, ese no es el caso. Esto es lo que nos hace elegir las palabras: el sentimiento de culpa impuesto y el miedo a parecer indiferentes.

¿Por qué no es una pena no entender lo que está pasando y admitirlo?

Primero, no hay vergüenza en no saber algo. Una persona, en general, no está obligada a entenderlo todo, comprenderlo todo y ser un experto en todas partes. El deseo de comprender los procesos en curso y formar su propio punto de vista es un buen deseo, pero no una obligación.

¿Por qué está bien no tener una opinión clara?

Puedes estar lejos de la política, la economía u otras áreas y seguir siendo una buena persona. No es necesario tener una opinión claramente expresada sobre cualquier tema solo porque es relevante ahora y esto lo exige la sociedad.

Cuando todos están ocupados haciendo algo en lo que son expertos, la sociedad se vuelve productiva. En este caso, podemos tratar con datos contrastados actualizados y con argumentos realmente dignos.

Desafortunadamente, cuando ocurren cambios repentinos, hay mucha información contradictoria de fuentes no verificadas y juicios de valor que pueden confundir a una persona no experta. Si nunca ha estado en esta área, es muy difícil convertirse repentinamente en un experto.

¿Cómo lidiar con la culpa que surge a causa de esto?

Puede ser productiva o neurótica, impuesta. Además, puedes enfrentar muchas críticas, agresiones, juicios de valor y negatividad. Esto puede provocar un sentimiento de culpa que, de hecho, no es cierto.

En tal situación, es muy importante separar nuestras emociones, sentimientos y sensaciones de lo que intentan inculcarnos. La culpa es bastante compleja y destructiva, y extremadamente difícil de manejar. En primer lugar, debe buscar un punto de apoyo dentro de ti mismo, y no en factores externos.

En el caso actual, estamos hablando de sentirnos culpables no por nosotros mismos y nuestras acciones, sino “por alguien”. Es destructivo, no te rindas. Este no es tu sentimiento, lo imponen presiones psicológicas y acciones externas.

¿Cómo no sucumbir a las provocaciones?

Es bastante difícil aprender esto en una situación inestable, porque es un trabajo sistemático sobre uno mismo, sobre la autoconciencia y sobre el apoyo interior.

Cuando una persona es estable y tiene orientaciones de valores, convicciones propias, en las que está seguro, es difícil sacudirlo. Incluyendo inculcarle algunos sentimientos destructivos, por ejemplo, culpa y vergüenza.

Sin embargo, si te encuentras en una situación en la que intentan provocarte, debes tratar de no reaccionar de manera brusca y emocional. No deberías entrar en una discusión. Permanezca lo más tranquilo posible.

Defiende tus límites personales: di con valentía que este tema es tan doloroso para ti, tan controvertido como para muchos, pero que no te gustaría discutirlo. ¿Por qué? Simplemente por el hecho de que es difícil hablar de eso ahora o no lo quieres. Lo cual está muy bien.

 

Síguenos en las redes

Te puede gustar...

Suscríbete a nuestra newsletter