¿Oímos mejor el teléfono tapándonos el oído contrario?

Es un gesto muy habitual cuando el entorno genera mucho ruido.

Nos suena el teléfono y estamos en un lugar muy ruidoso. ¿Qué hacemos? Nos tapamos el oido contrario para oír mejor a quien nos habla a través del teléfono móvil.

En cambio, científicamente, esta acción no tiene ningún sentido.La mejor solución es… ¡tapar el micrófono! Siempre y cuando no estemos hablando en ese momento, claro.

Así, podemos aprovechar la habilidad del cerebro para discriminar señales diferentes: es lo que se llama el ‘efecto cóctel’. Y es que el ruido ambiente se cuela por el micrófono del télefono, contaminando el oído con el que escuchamos la conversación.

Por lo que, si lo tapamos, conseguiremos facilitar que nuestro cerebro se concentre solo en la voz de nuestro interlocutor, favoreciendo este proceso.

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