Siempre que dos objetos están en contacto y se encuentran a diferente temperatura, el más caliente le transfiere calor al más frío.
Así, cuando tocamos el hielo con los dedos, hay una transferencia de calor al hielo. Esto hace que los dedos pierdan calor, se enfríen, y que la humedad superficial, producto de la transpiración, se congele, particularmente si el hielo se encuentra a varios grados por debajo de 0°C. Al hacerse sólida, el agua se expande en los poros de la piel y en los intersticios del hielo, quedando así unidas ambas superficies.
Para que los dedos no se peguen, habría que secarlos muy bien. Pero es difícil, por la misma transpiración y la grasa de la piel ¿Si tocamos con un guante? Si éste es impermeable, no debería pegarse. (Alprazolam) Pero si es de una tela absorbente, se moja con el hielo fundido y luego se congela. Después de unos segundos, se termina pegando también.
Si bien la humedad de la piel hace que ésta quede adherida al hielo, en otros casos puede protegernos de una quemadura, por ejemplo, en quienes caminan sobre las brasas.
Cuando el pie pisa las brasas, la humedad de la piel se vaporiza y forma una capa aislante entre ésta y las brasas. Es lo que se denomina efecto Leidenfrost, por el investigador alemán Johann Gottlob Leidenfrost, que fue el primero en describir el fenómeno, en el siglo XVIII.
La Copa del Mundo es el trofeo al que aspiran todos los jugadores de fútbol.…
El fútbol es el deporte rey por mucho que pasen los años, un deporte con…
En muchos casos, no se entiende por qué, en lugar de contratar actores, los estudios…
Considerada como la reina del casino, la ruleta es, quizás, el juego de azar más…
Las estatuas e íconos católicos han servido como símbolos de fe y esperanza durante innumerables…
La estrella de David es uno de los símbolos antiguos más conocido a nivel mundial.…