Probablemente te ha pasado que intentas tocar tu ombligo, y automáticamente sientes un cosquilleo extraño que no sabes cómo interpretar. Este no debe ser un signo de preocupación o alarma, pues es una situación común que le ocurre a la gran mayoría de personas. Pero… ¿Por qué sucede esto?
El ombligo es la marca que queda como resultado de la separación entre bebé y la madre al momento de nacer. Pero este conducto que solía ser nuestra fuente de alimento y nutrientes en el vientre materno, tiene una serie de conexiones nerviosas que llegan a distintos puntos del organismo.
Principalmente, estas fibras nerviosas conectan la pared interna del abdomen con la médula espinal. Pero estas mismas fibras son las que pasan por la uretra y la vejiga, las cuales tienen la función de darle la información al sistema nervioso acerca de la necesidad de orinar.
Es por ello que cuando decides tocar dentro de tu ombligo, se genera una sensación extraña, pues el cerebro se confunde al pensar que estás necesitando ir al baño. Esto ocasiona que muchas personas no quieran tocar su ombligo, ni siquiera para limpiarlo, lo que propicia a que esta sea una zona en la cual se pueden albergar gran cantidad de bacterias.
Bacterias en el ombligo humano
De acuerdo a un estudio realizado por investigadores de la Universidad Estatal de Carolina del Norte en Estados Unidos publicado en la revista PLOS One, se ha logrado determinar que en promedio, un ombligo alberga cerca de 70 especies de bacterias, pero en sentido general, se han detectado hasta 2.368 variedades diferentes de estos microorganismos.
Sin embargo, los especialistas han señalado que algunos de estos microbios cumplen un papel importante para el correcto funcionamiento del sistema inmune, ya que sin su presencia, éste no funcionaría adecuadamente, dejándonos expuestos a una serie de agresiones externas.
Así que no te preocupes si al tocar tu ombligo sientes una sensación extraña, ya sabes que es una reacción natural, y que además tiene una explicación.
