La sola idea suena a película, pero como se suele decir, la realidad supera en ocasiones a la ficción. Es el caso de Lachlan Connors, un joven de 19 años de Denver (EE.UU) que pasó varias semanas en el hospital tras haber sufrido una conmoción cerebral. Al salir comprobó que, para su sorpresa, había dejado atrás el escaso talento musical que había demostrado durante toda su vida para convertirse en todo un virtuoso de los instrumentos.
«Un día practicando lacrosse me caí hacía atrás y me golpeé la cabeza. Cuando me levanté me sentí mareado, pero no me podía imaginar que me pasara algo malo» recuerda el joven. Sin embargo, tras sufrir algunos golpes más Connors empezó a experimentar convulsiones y alucinaciones, por lo que fue ingresado en un hospital. Pero tras ser dado de alta descubrió que, de pronto, había adquirido la capacidad para dominar la música.
Y es que en estos momentos puede tocar hasta trece instrumentos, desde la guitarra hasta el acordeón, pasando por el piano y la gaita. Un cambio sorprendente que los doctores asocian ahora con la conmoción, pues creen que los golpes sufridos pudieron hacer que se ‘encendiera’ una parte de su cerebro que estaba apagada hasta ese momento.
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