El ’10’ del Real Madrid y de la selección de Croacia se ha erigido en los últimos años en el mejor centrocampista del mundo, y un año 2018 redondo en el que ha conquistado la Champions League y el subcampeonato del mundo ha despertado el interés de algunos grandes clubes europeos, que quieren hacerse con los servicios del genio de los Balcanes.
De hecho, desde los medios italianos hablaban de un posible fichaje de Luka Modric por el Inter de Milán, una operación que el presidente del Real Madrid,Florentino Pérez, ha desmentido de forma tajante: «No se va a mover y su cláusula es de 750 millones de euros. Se queda en el Real Madrid«.
Así pues, el madridismo puede respirar tranquilo. Lukita, que se ha convertido en el gran candidato para hacerse con el Balón de Oro junto a Cristiano Ronaldo, tiene una cláusula de rescisión tan elevada como su enorme calidad, y seguirá vistiendo de blanco la próxima temporada.
Los inicios de Luka Modric en el mundo del fútbol
Luka Modric nació en la ciudad de Zadar, en la entonces Yugoslavia. Él y su familia fueron desplazados durante la Guerra croata de Independencia, viviendo como refugiados. El abuelo de Luka Modric fue ejecutado por los rebeldes serbios y la casa de su familia fue quemada.
Al acabar la guerra, les fue devuelta su casa en Zaton Obrovacki, pero Modric decidió permanecer en Zadar para jugar al fútbol.
Con dieciséis años Modric fichó por el Dinamo de Zagreb. Salió cedido al H. Š. K. Zrinjski Mostar, equipo de Bosnia-Herzegovina con el que disputó su primer partido como futbolista profesional el 3 de agosto de 2003.
Tras una temporada en el club de Mostar y ser elegido mejor jugador de la Liga Bosnia, Lukita regresó a Croacia para jugar nuevamente cedido en el Inter Zaprešić, con el que acabó segundo.
Después de las dos cesiones, Luka Modric regresó a su club de origen, el Dinamo de Zagreb, con el que, en la temporada 2005/06, conquistó la Liga de Croacia, su primer título como profesional.
