‘Abollar’ y ‘Aboyar’ se pronuncian igual (son homófonas), pero tienen significados diferentes. Por ello, es importante entender en qué ocasiones es conveniente usar cada una de ellas.
Abollar es la acción de generar una deformación en una superficie a través de un golpe o una presión aplicada. Esta acción puede provocar una depresión o hundimiento sobre una superficie lisa, o que tenía un aspecto regular.
Por ejemplo:
Los niños acaban de abollar el coche con el balón.
Se acaba de abollar la lata tras caerse del estante.
Vas a abollar el suelo si lo golpeas muy fuerte .
Se abollaron los tomates.
Aboyar
Aboyar es la la acción de poner boyas sobre el agua. En este caso también se aplica para referirse a un objeto que flota en el agua.
Ejemplos:
Acaban de aboyar la bahía.
La tabla ha quedado aboyando en el mar.
La palabra aboyar también hace referencia a la acción de arrendar una superficie de tierra con bueyes para su labranza. Aunque esta definición ha quedado actualmente en desuso.
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