Es tradición llamar a la persona más joven de una familia como el ‘benjamín’ de la casa.
Se trata de una expresión que tiene sus orígenes en la Biblia, pues el libro del ‘Génesis’ narra la historia de José, undécimo hijo de Jacob que fue vendido por sus hermanos a un mercader.
Sin embargo, con el tiempo logró ser virrey de Egipto mientras que su familia vivía penurias en Canaán.
Un día el padre Jacob mandó a sus hijos a comprar el grano que precisamente dispensaba José, aunque sus hermanos no lo reconocieron al verle.
Éste les acusó de robo y espionaje en venganza por lo ocurrido, pero su amor por el hermano pequeño Benjamín hizo que José reflexionara y perdonara a toda su familia.
De ahí que se utilice actualmente este apelativo de forma cariñosa para el más pequeño de sus miembros.
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