¿Algún condenado a muerte ha sobrevivido a la silla eléctrica?

Existen muchos métodos de ejecución que han sido utilizados para llevar a cabo la pena de muerte. Sin embargo, la fiabilidad de ellos no siempre ha sido de un 100% y la silla eléctrica no es una excepción.

En 1946, en el Estado de Louisiana (Estados Unidos), Willie Francis de 17 años fue sentenciado a muerte en la silla eléctrica, pero sorprendentemente permaneció con vida después de recibir una descarga de 2.500 voltios en dos tandas.

Uno de los testigos afirma que escuchó al verdugo gritarle al operador que le subiera la carga, que ya estaba al máximo.

El condenado, en el momento de recibir las descargas eléctricas, suplicaba que apagaran la máquina y le quitaran la capucha, ya que no podía respirar.

Tras ello, Willie se marchó de la sala caminando. Posteriormente explicó que había sentido ardor en la cabeza y en su pierna izquierda, pero además dijo que podía ver destellos de corriente azul, rosa y verde en sus ojos.

El fallo se atribuyó a una mala instalación en la silla eléctrica, lo que llevó a Willie Francis a hacer una apelación ante la Corte Suprema de los Estados Unidos, que falló en su contra y finalmente fue ejecutado en mayo de 1947, un año después de su sentencia original.

Otros sucesos similares

Es importante mencionar que han ocurrido otros eventos en los que la silla eléctrica no ha terminado con la vida del condenado inmediatamente, por lo que han tenido que repetir el procedimiento o prolongar el tiempo de la descarga para poder terminar con la vida del recluso.

Uno de los casos que causó más polémica fue el del preso Horace Dunkins, que tuvo lugar el 14 de julio de 1989, cuando por el mal funcionamiento de la silla eléctrica el condenado agonizó durante 19 minutos bajo descargas eléctricas antes de ser declarado muerto.

(Xanax)

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