El 8 de febrero de 1924 se utilizó por primera vez la cámara de gas para ejecutar a un reo en los EE.UU.
El asesino Gee Jon fue el elegido y murió en la prisión de Nevada tras 10 minutos bajo los efectos de estas emanaciones de ácido cianhídrico.
Su utilización fue introducida por el Mayor D.A.Turner de los Cuerpos Médicos del Ejército de los EE.UU, quien la consideraba como «la manera más rápida y humana para llevar a un ser humano a la muerte».
La misma consistía en una cámara herméticamente cerrada y blindada para evitar que el gas saliera al exterior.
Estaba rodeada de una barandilla que la separaba de los testigos de la ejecución y en su interior el preso era sujetado con correas de cuero.
