¿Te imaginas a un ser humano corriendo a una velocidad de 579 metros por segundo?
Quizás lo único que se te pueda venir a la mente es el superhéroe ‘Flash’.
Sin embargo, un ser así existe en la naturaleza. Evidentemente no tiene el tamaño de un ser humano, pero en proporción al mismo sí puede hacer una proeza semejante a la descrita. (Xanax)
Se trata del ácaro ‘Paratarsotomus macropalpis’, un ser habitual del sur de California y no más grande de una semilla de sésamo.
Recientes trabajos científicos aseguran que es capaz de moverse a una velocidad de 322 longitudes de su cuerpo por segundo, la mayor tomada hasta el momento con esta medida.
Así, el animal ha superado al otro insecto que tenía el récord hasta ahora, el escarabajo tigre australiano con un máximo de 171 longitudes de su cuerpo por segundo. Para tener en cuenta lo que todo ello supone, hay que tener en cuenta que el animal terrestre más rápido, el guepardo, únicamente recorre 16 veces su longitud de cuerpo por segundo.
Además, la velocidad del ácaro extrapolada a las medidas humanas sería equivalente a que una persona corriera a una velocidad de 2.092 kilómetros por hora o 1,9 veces la velocidad del sonido.
Por ello los científicos ya están intentando averiguar si existe algún tipo de límite en la naturaleza para la rapidez de los animales y también pretenden sacar conclusiones que en el futuro puedan inspirar diseños revolucionarios de «robots y dispositivos biométricos».
