La salud sexual de una pareja puede depender de muchos factores, incluso de cómo reparten las tareas domésticas en su día a día. Y es que, aunque parezca increíble, diferentes estudios científicos aseguran que, cuanto mayor es la distribución del reparto del trabajo en el hogar, menor es la frecuencia de las relaciones sexuales de la pareja y menor es la libido de la mujer. Uno de los más claros ejemplos se da cuando el varón se involucra en el cuidado de su bebé, ya que su organismo pasa a preducir menos testosterona y más prolactina. La primera es la principal hormona masculina, mientras que la segunda es una hormona relacionada con la producción de leche en la mujer, lo que se traduce en menor deseo sexual y menor frecuencia de la relaciones.