Pregunta formulada por: Luis Oliva Mero (Cuenca) Existen multitud de estudios que han intentado averiguar las consecuencias que tiene un abundante consumo de alcohol en el organismo.
Uno de ellos es el realizado por el grupo de investigación de Neurociencia Cognitiva y Afectiva (Necea), el cual se ha centrado en las secuelas neurocognitivas que deja esta sustancia en los jóvenes.
Y la conclusión a la que han llegado, según el psicobiólogo Fernando Cadaveira, es que «un consumo intensivo en jóvenes en un inicio temprano afecta a su cerebro a nivel estructural y funcional».
Esto se traduce estructuralmente en un menor volumen en el hipocampo, básico en la memoria y el aprendizaje.
También se altera la corteza prefontal, espacio donde están las funciones más humanas, principalmente la conducta y el control motor.
Y puede propiciar un aumento de la impulsividad y una disminución de la atención, dificultándose la concentración.
A ello se une una peor memoria que los jóvenes que no beben y mayor dificultad para conocer una cara, así como la memoria de trabajo, clave para desarrollar una actividad y planificar tareas.
Sin olvidar tampoco un riesgo de depresión seis veces mayor a lo habitual.
Por ello el consumo de alcohol es un problema a tener en cuenta y que afecta aún más a las chicas, ya que suelen consumir más, por lo que al tener menos peso sufren todavía más los efectos de esta bebida en su cerebro.
(Valium)
