¿Cómo saber si eres intolerante a la lactosa?

Una de las afecciones comunes en los seres humanos suele ser la intolerancia a la lactosa, pero no todos lo detectan fácilmente y pueden estar padeciéndola sin saberlo.

La intolerancia a la lactosa se genera como consecuencia de la falta de producción de la enzima lactasa, que es la encargada de descomponer la lactosa en glucosa y galactosa.

Cuando somos pequeños, el organismo suele generar suficiente cantidad de lactasa, por lo que el problema de intolerancia es poco común en bebés y niños. Pero a medida que nos hacemos mayores, esta producción disminuye y en algunos casos llega a ser nula, por lo que consumir cualquier tipo de alimento rico en lactosa como el queso, la leche o el yogurt puede ocasionar malestares que se manifiestan en el tracto digestivo.

Estas son algunas de las manifestaciones más comunes para saber si eres intolerante a la lactosa:

  • Flatulencias

  • Cólicos

  • Diarrea

  • Nauseas

Pero es conveniente que sepas que no todas las personas que son intolerantes a la lactosa padecen de estos síntomas con la misma intensidad. De hecho, hay quienes al tener una producción de lactosa baja pueden tolerar ciertas porciones de alimentos ricos en lactosa sin tener mayores reacciones.

Claves para detectarlo

Para saber si eres una de las personas que padece de intolerancia a la lactosa, deberás prestar especial atención a los síntomas que se presentan y su inmediatez luego de consumir cualquiera de estos alimentos contentivos de lactosa.

Los síntomas de intolerancia suelen presentarse al poco tiempo del consumo de lactosa; aproximadamente entre media y 2 horas tras la ingesta. Este tiempo es la clave para tener una orientación acerca de este padecimiento.

Algunos tipos de intolerancia se producen como consecuencia de ciertas afecciones del aparato digestivo, como inflamaciones intestinales que provocan que las vellosidades del intestino que se encargan de la producción de la enzima lactasa tengan un comportamiento poco habitual. Esta falla puede ocasionar los síntomas sin que realmente sea un problema definitivo.

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