Pregunta formulada por: Susana Miranda Herrero (Madrid)
A tenor de un estudio realizado por la Universidad de Notre Dame (EE.UU), sí.
Según el mismo, las personas que dicen menos mentiras gozan de mejor salud, están menos tensas y sufren de menos problemas relacionados con el dolor de cabeza y la irritación de garganta.
Para llegar a esta conclusión analizaron a 55 personas pidiéndoles que mintieran la mitad de lo que lo hacían habitualmente, mientras que a otro grupo de control no le daban ninguna instrucción.
El resultado fue que las personas del primer grupo se mostraban más saludables que las del grupo ‘mentiroso’.
La explicación a ello puede estar en que decir la verdad disminuye la ansiedad, aunque cabe destacar también que las mentiras cotidianas y prudentes no tienen por qué ser negativas.
Y es que hay casos en los que las personas mienten para evitar males mayores, de forma que el desconocimiento de otras personas evite reacciones o consecuncias impredecibles.
Es lo que sucede cuando alguien que sabe que hay un incendio omite este hecho a otras personas que están con ella en la habitación, de forma que evita que cunda el pánico y surja el caos.
De ahí que haya que distinguir entre las famosas ‘mentiras piadosas’ y las que se hacen con verdadera mala intención.
