¿Dormir la siesta puede acabar siendo malo para la salud?

Los defensores de la siesta siempre han asegurado que es una costumbre altamente saludable, por lo que incluso esta actividad ha llegado hasta países tan recónditos como Japón.

En el país oriental no son pocas las empresas que han instalado salones especiales para que sus trabajadores echen una cabezadita a mitad de sus jornadas laborales.

Diversos estudios aseguran que hacerlo mejora el rendimiento laboral, aunque la mayoría de ellos coinciden en destacar un aspecto clave para que las siestas surtan el efecto deseado: que el sueño no exceda la media hora de duración.

Y es que, según especialistas del Hospital Universitario de La Ribera de Alzira (Valencia), dormir más de 30 minutos después de la comida puede perturbar el sueño nocturno.

Esto se debe a que en los casos en los que el descanso se alargan se alcanzan fases profuntas del sueño que pueden provocar que al despertar se experimente cierto malestar físico, apatía o irritabilidad.

Además, aseguran que cuanto más se alargue en la tarde más dificultarán la conciliación del sueño por la noche.

Por ello aclaran que si se respeta este límite de tiempo la siesta es capaz de «mejorar el estado de alerta e incrementar la capacidad de concentración por la tarde», ya que «sobre la hora de comer el cuerpo requiere un descanso, incluso cuando se duerme bien por la noche».

Síguenos en las redes

Te puede gustar...

Suscríbete a nuestra newsletter