Según un estudio realizado por la NASA, sí. Al parecer, tomar un descanso a media jornada laboral que implique un pequeño sueño puede mejorar el rendimiento en un 34% y el estado de alerta en un 54%.
Se trata de un análisis que viene a complementar otro anterior realizado por la Universidad de Berkeley en California, el cual aseguraba que los estudiantes que dormían la siesta entre clases mejoraban en un 20% su capacidad de aprendizaje. Esto se debe a que este pequeño sueño es útil para ‘limpiar’ la memoria a corto plazo almacenada en el cerebro, ‘liberando’ así espacio para captar nueva información.
Además, esta siesta (que no debe ser nunca mayor de 20 minutos o media hora) es también útil para que el organismo pierda adenosina, una sustancia que produce sueño e inhibe las actividades de las neuronas. Por ello, muchas empresas en lugares tan dispares como EE.UU o Japón ya están empezando a acondicionar sus zonas de trabajo para que sus empleados puedan disponer de un espacio en el que descansar durante su jornada laboral. No en vano, en EE.UU el 34% de los trabajadores puede tomar una siesta y el 16% no duda en hacerlo en su propio lugar de trabajo.
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