Por lo general, cuando se debe decidir entre un baño con agua fría y una relajante ducha de agua caliente, seguramente la elección indiscutible será el agua caliente.
Pero es necesario entender que ducharse con agua excesivamente caliente de manera constante, puede causar graves problemas para la salud.
Tomar duchas con agua caliente a diario se ha relacionado con diversos problemas, que van desde afecciones externas, hasta alteraciones del funcionamiento del organismo.
Principales consecuencias de bañarse constantemente con agua caliente
Una de las principales consecuencias del uso de agua caliente para bañarse a diario es la aparición de caspa, ya que las altas temperaturas propician la proliferación de los hongos causantes de dicha afección.
Además, el agua caliente puede contribuir a que se produzca una mayor cantidad de grasa, ya que activa la producción de las glándulas sebáceas. Esto es sumamente contraproducente para las personas que padecen de problemas de acné, por lo que se recomienda especialmente a estos pacientes que eviten tomar duchas con agua caliente. (mercyhealthplex.com)
Por otra parte, se ha logrado determinar que el agua caliente causa un daño en el folículo capilar, por lo que puede propiciar una caída temprana del cabello.
También se ha relacionado el agua caliente con una mayor flacidez de la piel, siendo una de las posibles razones que dan origen al envejecimiento prematuro de la misma.
En los casos más graves, el uso de agua muy caliente puede ocasionar dermatitis, que es una enfermedad que puede afectar a las personas con piel delicada, generando enrojecimiento y picazón en las zonas afectadas.
Por todos estos motivos se recomienda que preferiblemente se tomen duchas con agua fría; y en casos donde sea extremadamente necesario aumentar la temperatura del agua, se debe procurar que se mantenga un nivel adecuado. Es decir, que la temperatura máxima no supere los 30°C, de modo que se logre una sensación de calor confortable, similar a la que se obtiene en los climas templados.
