La lógica puede invitar a lavar el pollo antes de cocinarlo, pero lo cierto es que este gesto podría ser peligroso para la salud.
Así lo indica la Agencia de Normas Alimentarias del Reino Unido (FSA), pues genera riesgos de extender la bacteria ‘Campylobacter’ por manos, superficies, ropa y elementos de cocina a partir de las salpicaduras del agua.
La citada bacteria es la forma más común de intoxicación alimentaria en el Reino Unido y afecta cada año a cerca de 280.000 personas. De ellos, más de 200.000 podrían deberse a casos de pollo contaminado con ella.
Los problemas que puede provocar su intoxicación van desde los vómitos y la diarrea al síndrome del intestino irritable.
«Nuestra investigación ha encontrado que lavar el pollo crudo también es una práctica común. Por eso estamos pidiendo a la gente que deje de hacerlo» ha señalado al respecto Catherine Brown, directora ejecutiva de la FSA.
Por ello aconsejan cocinar bien el producto, logrando que la carne luzca blanca y tenga un jugo claro, para evitar este tipo de contaminaciones.
Así, han pedido a los concursos y programas culinarios del Reino Unido que no presenten a los cocineros lavando el pollo, pues es algo que a día de hoy hace el 44% de la población a la hora de preparar un producto avícola para su posterior ingesta.
(Valium)
