Sí. Aunque aparentemente el peso y la luz no tengan nada que ver, un trabajo realizado por la Universidad de Ohio y publicado en el año 2010 reveló que ver la televisión o trabajar a oscuras con la única iluminación del ordenador o del propio televisor podría favorecer el incremento de la masa corporal.
Al menos así se demostró con ratones a los que expusieron a una tenue luz nocturna durante ocho meses, pues estos animales experimentaron un aumento de su masa corporal en un promedio del 50% respecto a los roedores que formaban el grupo de control y que no habían sido sometidos a la mencionada situación.
La explicación a estos cambios podría estar en que la luminosidad altera los niveles de la hormona de la melatonina, la cual participa en el metabolismo e interrumpe la expresión de los genes circadianos encargados de ayudar a controlar el momento en el que los animales se alimentan e incian su actividad.
Así, según Randy Nelson, coautor del análisis, «la luz por la noche es un factor ambiental que quizá contribuya a provocar obesidad por medios que las personas no esperan».
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