El mundo digital que ha permitido que las personas estén más conectadas en todo momento, pero también tiene sus efectos negativos.
Sobretodo el autoestima y la seguridad de los jóvenes pueden verse afectadas por la influencia de la información digital falsa, compartida especialmente en redes sociales.
La necesidad obsesiva de mejorar su apariencia, haciendo comparaciones de imágenes que ven a través de las redes sociales, donde se aprecian cuerpos perfectos, rostros impecables y todo tipo de imágenes retocadas, solo aumenta la ansiedad por querer convertirse en la fantasía que ven a través del internet.
Por ello, Noruega se ha convertido en el pionero en implementar una ley que obliga especialmente a los influencers a decir cuando alguna de sus fotos ha sido modificada. Esto ha causado cierta confusión, pero hay quienes ven con optimismo la medida.
¿Cuál es la finalidad?
En la actualidad, ser un influencer está al alcance de todos. Pero la responsabilidad de ser capaz de afectar las decisiones de un número significativo de personas debe asumirse con total compromiso.
Mostrar una imagen exagerada y perfecta puede significar el desarrollo de una actitud obsesiva por alcanzar límites irreales, que pueden ser dañinos para la salud mental de sus seguidores. Es por ello que esta medida que ha tomado el gobierno de Noruega pretende crear una actitud de uso consciente de las plataformas digitales, y mejorar la percepción errónea que muchas personas se crean, siendo incapaces de distinguir entre lo real y lo ficticio.
La intención es únicamente colocar un aviso donde se destaque el hecho de que la imagen ha sido editada, a fin de que se pueda ver claramente un lado más real de los usuarios. De esta manera se insta a los seguidores a comprender que aun siendo los más famosos, estas personas tienen los mismos defectos y desventajas que ellos puedan tener; reduciendo la presión social que se crea al idealizar un estereotipo fabricado.
