¿Qué es el autoritarismo?

El autoritarismo es una forma de poder estatal que se basa en la autoridad incondicional del sujeto gobernante, que puede estar representado por un político, grupo u organización.

Este tipo de poder se basa en la autoridad carismática tradicional, racional o irracional del portador del poder, así como su capacidad para retener el mandato y atraer seguidores. Por regla general, este sujeto tiene facultades amplias o exclusivas de poder, e incluso ilimitadas, actuando como jefe de Estado y principal portador de la soberanía.

Un régimen político que cumple con los principios del autoritarismo limita significativamente o excluye por completo las instituciones de democracia representativa y electiva, las libertades políticas y la participación cívica en la gobernanza.

A menudo se combina con la dictadura, en la que el poder estatal más alto pertenece a un único sujeto.

Características de autoritarismo

Las características comunes de todos los regímenes políticos que cumplen con los principios del autoritarismo son las siguientes:

1) Autocracia: es decir, la concentración del poder estatal más alto se encuentra en manos de una persona o grupo de personas.

2) Monopolización del más poderoso: junto con la implementación de una política que excluye la competencia política (la oposición real), por representar una amenaza probable o real de tal monopolización.

3) Restringir o limitar los procedimientos democráticos. Al mismo tiempo, el reclutamiento de los representantes políticos se realiza mediante cooptación o nombramiento desde sus élites, y no a través de elecciones libres.

4) Restricción del principio de separación de poderes: En este modelo del autoritarismo existe un pronunciado dominio de las autoridades ejecutivas junto con una disminución del rol de los órganos representativos y su sustitución por instituciones autoritario-burocráticas, así como la falta de control y rendición de cuentas de los poderes públicos.

5) Falta de garantías: en el autoritarismo, los derechos y libertades de los ciudadanos pueden proclamarse, pero en realidad no están garantizados.

Síguenos en las redes

Te puede gustar...

Suscríbete a nuestra newsletter